Los
crímenes de la calle Morgue
La historia narrada en este relato gira en torno al asesinato de Madame l”Espanaye y su hija Mademoiselle Camilla, un crimen cometido en un departamento situado en la calle Morgue,una calle muy habitada.
En un principio, las investigaciones policiales parecen fracasar, aún cuando las personas que prestaron su testimonio (entre las cuales se encontraba una lavandera, un estanquero, un banquero, un gendarme y un médico) intentaron aportar pistas para intentar resolver este desafortunado episodio que, como era de esperar, no tardó en hacerse público.
Sin
embargo, todo cambia de rumbo una vez que Auguste Dupin, un detective
aficionado, comienza a buscar indicios y a relacionar datos con el
fin de develar este misterio que tiene a Adolphe
Lebon encarcelado por haber sido el último individuo en ver a
las víctimas con vida, y es así como, con ingenio , llega a ofrecer
una extraordinaria explicación que, finalmente, demuestra que el
señor Lebon había sido acusado de manera injusta ya que,
de acuerdo a la deducción de Dupin, el responsable de los
crímenes no puede ser, bajo ninguna circunstancia, un humano.
Una
noche, un pirata maltés va a casa de Dupin en busca del orangután,
pero al descubrir que todo era mentira, decide decir la verdad y
cuenta que el orangután se le escapó y entró por la ventana en
casa de madame L’Espanaye sin poder detenerlo, y él, aterrorizado
por la furia del simio decidió irse. Gracias a estas declaraciones, la persona arrestada por el asesinato fue puesta en libertad, y el orangután, un poco más tarde, fue vendido a un parque zoológico.
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